A unos cuantos días de haber concluido mi semestre en Niza puedo decir que me voy siendo una persona completamente diferente a la que llegó en agosto. Toda esta experiencia ha sido un camino nuevo para mi ya que nunca había tenido la oportunidad de vivir sola y estar lejos de mi familia lo cual me hizo ver todo de una perspectiva muy diferente. Durante esta aventura conocí no solo nuevos países y ciudades si no también logré conocerme a mi misma de manera más profunda. Aprendí a hacer nuevos amigos y a formar parte de una familia. Aprendí a dejar el individualismo atrás y a trabajar mano a mano con mis compañeros ya que durante todos los viajes comprendí que aquí no se puede jugar solo y solo funciona si todos cooperan. Aquí aprendí a vivir sola y ser totalmente responsable por mis cosas y mis actividades diarias ya que no tenía a nadie que me dijera lo que tenía que hacer, entonces si algo se hacía o no, dependía totalmente de mi. En México mi vida es muy diferente y no tengo el mismo nivel de responsabilidades e independencia que pude experimentar a lo largo de este intercambio y creo que al final de todo fue una oportunidad inigualable por que fui capaz de descubrir muchas cosas nuevas a cerca de mi persona. Aprendí a usar el transporte público sin perderme, a sobrevivir en un país donde no hablan tu mismo idioma, a disfrutar de las diferencias culturales de cada lugar y a encontrar la esencia de cada lugar. Mi parte favorita de esta aventura fue poder conocer el mundo y aprender sobre la vida única de estos países, fue por ello que aprendí a adaptarme a las diferencias de vida entre Francia y México. En cuanto a lo académico, puedo decir que este semestre ha sido en el que he aprendido más cosas de todos ya que las clases fueron interesantes y me exigieron un nivel de reto superior al que estoy acostumbrada. Aprendí no a convivir si no a coexistir con todos y sobretodo a disfrutar de esto. Finalmente puedo resumir mi intercambio en un solo aprendizaje: agradecerle a Dios y a la vida por tener la oportunidad de gozar la dicha de estar vivos.

frutar de esto. Finalmente puedo resumir mi intercambio en un solo aprendizaje: agradecerle a Dios y a la vida por tener la oportunidad de gozar la dicha de estar vivos. 

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Viviendo en este país ¿Qué valoro de México?

A lo largo de estos meses, viviendo en Francia, he tenido la oportunidad de estar en contacto directo con la cultura, costumbres y hábitos de las personas de este país. Dicho esto, he sido testigo de las grandes diferencias que hay entre el país donde resido por el momento y aquel en el que he vivido toda mi vida. Una de las características que más sobresale y caracteriza a México es su gente extrovertida y acogedora, es por eso que puedo decir que si algo extraño de mi país es poder visitar un lugar y que las personas desconocidas tengan una actitud hospitalaria, te reciban con una sonrisa y sean amables y serviciales, ya que el carácter de algunos franceses carece de manera evidente de estas cualidades. Así mismo los franceses, en su mayoría, son más calmados y menos alegres, es por ello que extraño los fines de semana de fiesta con personas con un espíritu alegre y cálido. Finalmente puedo decir que extrañar es parte de toda la experiencia y es lo que te hace agradecer y apreciar tu país y sobretodo darte cuenta de lo especial que es tu identidad como mexicano.

 ¿Cuál era mi imagen de este país y como ha cambiado mi percepción hasta ahora ?

Antes de venir a este intercambio yo ya tenía una imagen muy clara de como sería la cultura francesa. A lo largo de mi vida he tenido una convivencia con familiares franceses, gracias a esto yo creía que conocía de manera cercana su estilo de vida, pero al llegar aquí esta percepción cambió de manera radical. Yo percibía a los franceses como personas muy tranquilas y amables pero al haber convivido con ellos durante dos meses me queda claro que tienen un carácter muy fuerte. Desde una perspectiva mexicana yo veo a los franceses como personas muy cultas y respetuosas pero a la vez son muy introvertidos y poco gentiles, frecuentemente dan la impresión de que no están felices con sus trabajos y que no disfrutan lo que hacen. Por otro lado, hablando de Francia como país puedo decir que mis expectativas eran muy altas y aun así este lugar logró superarlas. Al llegar a Francia también me encontré con detalles que nunca esperé que estarían presentes en este país, por ejemplo, yo no tenía idea que el sistema educativo era tan conservador y que el uso de la tecnología en la vida diaria así como en los salones de clase era tan limitado. Al final del día me parece interesante poder ser capaz de analizar las diferencias culturales entre el país en el que he estado toda mi vida y en el que estaré los próximos meses.

 ¿Qué he aprendido de mis compañeros durante este programa? 

El primer día al llegar al Centre International de Valbonne, en el desayuno,  tuve la oportunidad de conocer a las 28 personas que me acompañarían por el resto del semestre durante esta nueva aventura. Aunque todos seamos mexicanos, desde el primer momento en que conviví con ellos pude notar los diferentes acentos, personalidades, hábitos y costumbres que cada uno de ellos tenía. Creo que son las mismas diferencias entre nosotros lo que hace de esta convivencia algo más emocionante e interesante. Durante las primeras semanas establecí un lazo principalmente con dos niñas, Adriana y Anette, de quienes día con día aprendo desde matemáticas hasta técnicas de lavado de ropa. Por otro lado he aprendido muchas palabras distintas y costumbres que cada uno de mis compañeros tiene en sus estados y en sus familias, pero me parece que lo más grande y significativo que he aprendido es el compañerismo. Aquí he aprendido el significado del trabajo en equipo y lo importante que es aprender a tolerar y respetar a las demás personas por más difícil que esto parezca, para así poder mantener un ambiente sin tensiones. Sin importar la cercanía que tengamos entre los integrantes del equipo me queda claro que aquí todos hemos aprendido algo vital: a pertenecer.

¿Cuál ha sido el reto más grande de vivir solo en la sede?

Cuando las personas se van de intercambio es normal que se enfrenten con los retos que vivir solo supone. Ya sean grandes o pequeños al final del día todos encuentran algo que representa una batalla. Personalmente puedo decir que en mi vida diaria en México realizo mis actividades cotidianas de manera muy independiente, por lo tanto no he sentido un cambio tan radical en cuanto a las responsabilidades extra de estar sola. Sin embargo lo que más me ha costado trabajo es no tener una convivencia diaria con mi familia. Otro reto al que me he enfrentado es tener el espacio del cuarto tan reducido y tener que salir de mi cuarto para ir al baño. Finalmente el obstáculo más grande de todos esta siendo adaptarme al sistema de educación de Francia y a la metodología empleada por los profesores ya que es muy diferente a los métodos que utilizamos en México. Puedo decir que de cierta manera encuentro estos retos interesantes ya que considero que no es posible vivir la experiencia internacional completa sin sentir un cambio cultural. Los retos pueden resultar un poco incómodos pero al final del día salir de nuestra zona de confort es lo que nos hace conocer y vivir al máximo.

¿Cuál ha sido mi lugar favorito de la sede y por qué? 

Durante todo lo que va del semestre hemos realizado muchos viajes y excursiones a distintas partes de la Costa Azul. Hemos descubierto ciudades como Niza, Valbonne, Cannes y Montecarlo, y aunque todas han sido algo verdaderamente nuevo y hermoso para mí, definitivamente puedo decir que Antibes encabeza la lista de mis lugares favoritos. Antibes es una pequeña ciudad que se encuentra entre Cannes y Niza a la orilla del mar mediterráneo. Esta ciudad es frecuentada por miles de turistas gracias a sus playas y su encantador centro histórico. En lo personal, encuentro a este pueblo inspirador y relajante, es por ello que aunque estuve muy poco tiempo ahí, logró cautivarme y llamar mi atención. Uno de mis lugares preferidos fue Plage la Gravette ya que con tan solo observarla un poco esta te transmite su paz y serenidad. Así mismo el centro de la ciudad me pareció perfecto para pasear y disfrutar de sus calles, las cuales ofrecen distintas boutiques y tiendas de productos locales. Con certeza puedo decir que Antibes es el primer lugar que se me vendría a la mente para pasar una tarde libre y disfrutar de un buen restaurante rodeado de un ambiente clásico y pacífico. Definitivamente la ciudad se robo un pedazo de mi corazón.

¿Cuál ha sido la mejor experiencia de mi vida en el extranjero y por qué?

Desde que era pequeña recuerdo que siempre he tenido curiosidad por conocer el mundo y viajar. Esto se debe a que desde que tengo memoria mi mamá, con quien tengo una relación muy unida, ha fomentado en mi el deseo de conocer, descubrir y asumir retos. Dicho esto, el mejor regalo que alguien puede darme es un viaje. La primera vez que tuve la oportunidad de viajar sola fue en mi cumpleaños número once cuando mis papás me dieron como regalo un campamento deportivo de dos meses en Chicago. El campamento era una oportunidad

de asar el verano perfecto y de hacer amigos de distintas culturas ya que se caracterizaba por aceptar a campistas internacionales. Esto me obligó a relacionarme con personas que eran distintas a mí y a la vez a practicar mi inglés. Este viaje es importante para mí porque fue la primera vez que estuve lejos de mi familia y de mi casa, lo cual a mi corta edad simbolizó un cambio y un reto. Desde tomar aviones sola hasta hacer amigos en otros idiomas, todo fue un obstáculo que al final del verano pude convertir en una experiencia inolvidable y enriquecedora. Hasta ahora el campamento ha sido mi mejor experiencia internacional pero confío que este semestre lo sobrepasará. 

 ¿Cuáles son mis expectativas de esta experiencia? 

Antes de venir a Niza creé una imagen muy precisa de como sería mi semestre, de hecho puedo decir que hice una película entera en mi cabeza. Imaginé los lugares a los que iría, lo que comería y hasta tenía una idea perfecta de como sería mi dormitorio. Ahora que llevo tres semanas en el programa, puedo decir que nada me ha decepcionado al 100% y que mis expectativas siguen siendo muy cercanas a las que recorrían mi cabeza hace dos meses. Lo que espero de este programa es principalmente tener una buena experiencia conociendo el mundo y viviendo en una cultura completamente diferente a la mía, es decir que los próximos 4 meses quiero vivir de la manera mas lejana posible a la cultura mexicana. Quiero que mis clases, la comida, los viajes, los amigos y en general mi manera completa de funcionar tengan un cambió cultural radical, incluso si en muchos aspectos esto pueda simbolizar un reto. Al final de este semestre espero poder ser capaz de notar una mejoría significativa en mi nivel de francés y poder llegar a México satisfecha de que hice mi mejor esfuerzo para lograrlo. Finalmente puedo decir que mis expectativas se resumen en conocer, crecer, aprender y vivir al máximo hoy, la próxima semana y el resto del semestre.

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¿Por qué elegí este país para mi experiencia internacional?

Desde que era pequeña me ha gustado mucho viajar y observar a personas con diferentes nacionalidades, perspectivas y tradiciones a las mías. Cuando tuve que elegir entre los programas internacionales me basé en el que me pudiera dar una mejor experiencia en el extranjero en cuanto al descubrimiento de países y ciudades que son nuevas para mí. Por otro lado uno de los factores decisivos fue el idioma. Desde hace ya algunos años tomo clases de francés en la escuela, por eso uno de mis más grandes intereses era mejorar y practicar mi francés con el objetivo de regresar a México siendo capaz de comunicarme con fluidez para así aterrizar mi tercer idioma. Después de haber analizado todos los programas en países francófonos me quedo claro que quería hacer mi semestre en Francia, pero había varias opciones dentro del país. Mis factores a considerar eran los viajes, la modalidad, el idioma, la accesibilidad y la ubicación. Finalmente decidí escoger el programa de Niza ya que de acuerdo a mi análisis era el lugar con las mejores oportunidades para aprender francés y a la vez contaba con los mejores viajes para conocer la cultura europea.